PuntoCiego
Por Daniel Santos Flores:
En el corazón del vasto océano Pacífico, durante la Segunda Guerra Mundial, un valiente pelotón estadounidense enfrentaba a las fuerzas japonesas en una isla estratégica. El intrépido comandante, el teniente John Anderson, personificaba la valentía y la determinación en su máxima expresión.
La noche caía cuando los primeros soldados japoneses desembarcaron en las playas. A pesar de la sorpresa inicial, Anderson reunió a sus hombres y ordenó cavar trincheras. El sol y la luna se convirtieron en su refugio, desde donde desafiaron a los furiosos soldados nipones que avanzaban sin descanso.
Los días se mezclaban con las noches mientras el combate continuaba. Los soldados estadounidenses defendían cada metro con valentía, inspirados por la determinación de Anderson. A pesar de la superioridad numérica del enemigo, no se rendían.
Consciente de que su pelotón podría resistir pero una ayuda no caería nada mal, Anderson buscó una solución. La radio estaba fuera de servicio, y las comunicaciones estaban en riesgo. Sin embargo, el coraje de Anderson no flaqueaba.
Un día, el estruendo de helicópteros llenó el cielo. El General Samuel Roberts, llegó dispuesto a reforzar a los valientes hombres del teniente. Con su experiencia y determinación, animaron al pelotón y fortificaron sus posiciones.
El pelotón lanzó una contraofensiva bajo la dirección de Anderson y del General Roberts. La lucha fue encarnizada, pero los soldados estadounidenses estaban decididos a liberar la isla. Cada bala y granada llevaba la determinación de poner fin a la pesadilla que habían soportado.
El teniente Anderson lideró con coraje renovado, desgarrando las filas japonesas. Los soldados estadounidenses lucharon con una intensidad solo vista en aquellos que han emergido más fuertes después de sobrevivir al infierno.
Finalmente, la bandera ondeó victoriosa sobre la isla. La resistencia del pelotón de Anderson, junto al liderazgo del General Roberts, llevó a la victoria. Los japoneses se retiraron y la isla volvió a manos estadounidenses.
La historia del pelotón de Anderson se convirtió en una leyenda, recordando que la voluntad y la valentía triunfan en la adversidad. Anderson y sus hombres serían recordados como héroes que nunca se rindieron, incluso ante un enemigo abrumador.
La Segunda Guerra Mundial siguió, pero la victoria en esa isla remota del Pacífico recordó al mundo que la valentía y la determinación son inquebrantables. La historia de Anderson inspiró a generaciones futuras a enfrentar desafíos imposibles con valentía y determinación, tanto en la guerra como en la política, donde la lucha persiste sin tregua.
El Doctor Américo Villarreal desde mucho antes de ser gobernador empezó a librar una batalla contra enemigos feroces y con mucha ira, casi iguales a los japoneses. Sabemos que en este asunto el que quiere ser, siempre se enfrentará a algo así, no le restamos ni le sumamos, pero lo que si está pasando es que enemigos externos e internos siguen tratando de dinamitarle el camino a quien hoy manda en Tamaulipas. A ver, a ver, a ver… ¿internos? Si, pero de eso luego le cuento, lo que hoy me ocupa es decirles que con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México, si… a la presidencia de México, porque como siempre lo he comentado, MORENA no buscaba candidata (o), buscaba presidenta (e), y pues bueno, retomando… con la llegada de Claudia, al igual que la historia del teniente Anderson con la llegada del general Roberts, el Doctor Américo se fortalece y se apunta directo a una gran victoria. Si bien ya había recibido todo el respaldo del hombre más fuerte de México, esto, al igual que la historia de la lucha en el pacifico, termina por blindarlo con acero, como los mejores tanques, de esos que usan placas de mas de 65 mm.
Ahora bien, entiendo que lo entiendan sus enemigos y detractores, pero los que no lo vieron o no lo quisieron ver son los internos. Quiero creer que saben a que me refiero cuando hago esta analogía. El gobernador se perfila a ser uno de los gobernadores más fuertes, de los más cercanos a la presidenta, de los que integran el cuadro chico, y de los que cualquiera le pensaría un poco antes de querer tocarlo. Esto lo digo porque es muy diferente la mano izquierda y la derecha de Claudia y de su equipo, a diferencia de las manos del presidente. ¿No me cree? Revise Usted mismo las decisiones políticas del gobierno de la CDMX y después hablamos.
El gobernador Américo se la jugó desde el día cero con Claudia, nada lo movió de su decisión. Claro que habrá personajes que nunca lo entendieron, también habrá quien lo criticó, pero el señor no se movió. Fue fiel a su estilo, estoico y sin mucha alarde demostró tener lo que muchos carecen: lealtad y templanza.
A él le irá bien, eso lo tengo claro… ¿pero a sus enemigos y detractores?
Solo hay un plato que se come frio y no pierde <por el contrario incrementa> su sabor: ______________. (Ponga aquí la respuesta con pluma).
Reenviado
1.- Por cierto, busque mi columna titulada: LA PEQUEÑA GRAN LISTA DEL REY.
2.- Estaba muy inspirado escribiendo sobre la fabula de “El asno y la zorra” pero se atravesó este asunto de mayor relevancia, en el próximo reenviado lo escribo.
