Alfonso Ramírez Cuéllar rindió su primer informe de actividad legislativa como diputado federal de la LXVI Legislatura del Congreso de la Unión, en Cd. Victoria. Sus palabras fueron una auténtica cátedra que permitió entender a cabalidad los significados más profundos del segundo piso de la Cuarta Transformación de la vida pública de México. Sin apuntes, sin pausas, sin titubeos, fue desgranando un discurso profundo y emotivo.
Con palabras tan sencillas como: “Mejorar la educación, garantizar la seguridad y fortalecer nuestro sistema de salud, es nuestro compromiso. Todo el respaldo al Gobierno de la República para seguir avanzando juntos”. Durante su intervención, el vicecoordinador parlamentario de Morena hizo un recuento de las reformas más relevantes aprobadas en el último periodo: 20 constitucionales y 34 legales, enfocadas en erradicar la corrupción, mejorar la seguridad, proteger recursos estratégicos como el maíz nativo, y consolidar un Estado más transparente.
Ramírez Cuéllar apuntó además que el Congreso debe dejar de ser un espacio de privilegios y convertirse en un motor real de transformación. “Legislamos para redistribuir el poder, para que los recursos públicos lleguen a todos y no se queden en unas cuantas manos. Hoy, el cambio se construye desde las leyes y desde el territorio”. El auditorio escuchó atento al legislador; pero, como ocurre siempre con los líderes auténticos, le creyó.
Ramírez Cuéllar, demostró en el evento que es uno de los activos más valiosos de Morena y de la 4T. Es historiador, antropólogo y político, miembro del Movimiento Regeneración Nacional. Fue representante plurinominal a la Asamblea de Representantes del Distrito Federal de 1991-1994. Además, ha sido tres veces diputado federal al Congreso de la Unión, primero como plurinominal de 1997-2000, después por el distrito 11 del Distrito Federal de 2003-2006 y luego de 2018-2021 por el distrito 14 de la Ciudad de México.[2] En 2020 fue el presidente interino de Morena en sustitución de Yeidckol Polevnsky.
Su formación y su trayectoria le permite adueñarse de los espacios públicos y mover y conmover a las audiencias con su voz pausada, de sonoridad singular. Son de las voces que hay que escuchar para ir al fondo de los planteamientos de la Cuarta Transformación y del programa de acción de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, a la que se refiere como una extraordinaria estadista y mujer de izquierda. Son de esas voces que deben escucharse en los trances más difíciles.
Antes de su informe, había declarado que: “Nuestro gobierno no pacta con criminales. Aquí no se fingen combates; aquí se desmantelan redes delictivas. Lo hacemos sin aspavientos, pero con eficacia”, en una referencia indirecta a las declaraciones del expresidente estadounidense Donald Trump, quien ha criticado sin fundamento los esfuerzos mexicanos contra el crimen organizado. Además, resaltó el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum y del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, cuyas políticas han logrado disminuir los homicidios dolosos, el robo de hidrocarburos y los delitos de alto impacto en diversas entidades.
Los asistentes al evento, principalmente maestros, quedaron satisfechos de las palabras del legislador zacatecano, uno de los más aguerridos impulsores del movimiento de los 90s conocido como El Barzón, que buscaba proteger a los campesinos de los abusos de la banca. Terminó diciendo: “Agradezco el apoyo de los presidentes municipales, legisladores locales y federales, y a los maestros y maestras que me acompañaron. Muchas gracias”.
(FC/AM)