Por falta de interés del Gobierno Federal en resolver la situación en el campo, productores agrícolas y transportistas de Tamaulipas anunciaron para este 17 de diciembre una nueva movilización que podría escalar a bloqueos carreteros en distintos puntos estratégicos del estado.
A través de un comunicado urgente, las organizaciones inconformes denunciaron que, pese a semanas de solicitudes formales y llamados públicos, no existe una respuesta concreta a sus demandas, lo que ha profundizado la incertidumbre en el campo y en el sector del autotransporte.
Luego de un par de semanas de tregua, trabajadores del campo y transportistas amagaron con retomar los bloqueos carreteros en distintos puntos del país, como parte de su estrategia para presionar al gobierno federal a cumplir sus demandas.
Las movilizaciones son encabezadas por la alianza entre el Frente Nacional para el Rescate al Campo Mexicano (FNRCM) y la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), que exigen mejores condiciones para ambos sectores, considerados clave para el campo mexicano.
Las organizaciones de productores y transportistas adelantaron que las movilizaciones incluirán la toma de carreteras federales y casetas de peaje en gran parte del país. De acuerdo con sus dirigentes, las acciones iniciarán de manera focalizada el martes y se extenderán de forma generalizada el miércoles, dependiendo del avance -o falta de acuerdos- con el Gobierno federal.
Productores advirtieron que los costos de insumos, el encarecimiento del diésel y la falta de apoyos ifederales han colocado al sector en una situación límite.
Transportistas, por su parte, señalaron que operar en estas condiciones resulta insostenible y pone en riesgo la cadena de abasto.
“El diálogo no ha llegado y el tiempo se terminó”, expresaron representantes del movimiento, quienes dejaron abierta la posibilidad de cierres parciales o totales de carreteras, si no se establece una mesa de negociación inmediata.
Los inconformes sostienen que las movilizaciones buscan llamar la atención sobre la crisis que enfrenta el campo mexicano, marcada -afirman- por precios bajos, falta de intervención gubernamental en el mercado de granos y una creciente dependencia de las importaciones.









