La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC) confirmó oficialmente la existencia de una hambruna en Gaza marcando la primera vez que se declara esta crisis en Medio Oriente. Según el informe, más de 500 mil personas enfrentan condiciones catastróficas caracterizadas por inanición generalizada, indigencia y muertes evitables con proyecciones que indican que la hambruna podría extenderse a las gobernaciones de Deir Al Balah y Khan Younis en las próximas semanas.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Programa Mundial de Alimentos (WFP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitieron un comunicado conjunto destacando la urgencia de una respuesta humanitaria inmediata y a gran escala.
El informe señala que casi dos años de conflicto, desplazamientos masivos, restricciones severas al acceso humanitario y el colapso de los sistemas de salud, saneamiento y mercados han empujado a la población gazatí al borde de la inanición.
El análisis del IPC revela que a finales de septiembre, más de 640 mil personas en la Franja de Gaza enfrentarán niveles catastróficos de inseguridad alimentaria; 1.14 millones estarán en emergencia y 396 mil en crisis.
La desnutrición infantil ha alcanzado niveles críticos, solo en julio se identificaron más de 12 mil niños con desnutrición aguda, un aumento de seis veces desde principios de año. Uno de cada cuatro sufriendo desnutrición aguda grave, la forma más mortal.
Se estima que para junio de 2026, 132 mil niños menores de cinco años estarán en riesgo de muerte por desnutrición, incluyendo 41 mil casos graves. Además, 55 mil mujeres embarazadas y lactantes enfrentarán niveles peligrosos de desnutrición con uno de cada cinco bebés naciendo prematuramente o con bajo peso.
La ONU y organismos humanitarios han señalado que la hambruna es un «desastre provocado por la humanidad», atribuido a las restricciones impuestas por Israel al acceso de ayuda humanitaria, alimentos, agua y medicamentos, aunado a la destrucción de infraestructura agrícola y pesquera. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, calificó el uso del hambre como método de guerra como un «crimen de guerra» y responsabilizó directamente al gobierno israelí.
Israel, por su parte, rechazó el informe del IPC, calificándolo de «falso y sesgado». La Coordinación de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT) afirmó que más de 100 mil camiones de ayuda han ingresado a Gaza desde el inicio del conflicto y negó la existencia de una hambruna, argumentando que el informe ignora sus esfuerzos humanitarios. No obstante, la ONU, testimonios locales y medios destacan que la ayuda sigue siendo insuficiente y su distribución enfrenta obstáculos constantes que incluyen saqueos de camiones debido a la desesperación.
Just when it seems there are no words left to describe the living hell in Gaza, a new one has been added: “famine”.
This is not a mystery — it is a man-made disaster, a moral indictment and a failure of humanity itself. Famine is not only about food; it is the deliberate… pic.twitter.com/1MYaxhJl4Z
— António Guterres (@antonioguterres) August 22, 2025
The Gaza Famine is the world’s famine. A preventable, predictable famine. ⁰⁰Enough. Ceasefire. Open all crossings, north and south. Let us get food in, unimpeded and at massive scale. pic.twitter.com/eB1x8uEgpV
— Tom Fletcher (@UNReliefChief) August 22, 2025
Organismos humanitarios advierten que sin un cese inmediato, el número de muertes por hambre y enfermedades seguirá creciendo, afectando especialmente a infancias, personas mayores, con discapacidades y madres.