De acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), Reynosa se posicionó como la ciudad con mayor percepción de inseguridad en Tamaulipas durante el segundo trimestre de 2025, alcanzando un preocupante 81.1 por ciento.
Si bien la ciudad fronteriza se ha mantenido con los porcentajes más altos, tras el asesinato de los integrantes del grupo Fugitivo “la percepción de inseguridad aumentó 7 por ciento”, expuso el coordinador estatal del INEGI, Rigoberto Beltrán Sarabia.
“Este dato representa un salto significativo respecto a trimestres anteriores, donde la percepción rondaba el 74 por ciento”, refirió el funcionario federal.
El coordinador estatal del INEGI en Tamaulipas, comentó que el estudio no abarca todo el estado, solo incluye cuatro áreas urbanas representativas: Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros y la zona conurbada de Tampico.
“La ENSU no mide hechos delictivos, sino percepciones. Es decir, no se trata de cuántos delitos se cometen, sino de cómo la ciudadanía experimenta su entorno: si se siente segura al caminar por la calle, al usar transporte público o al interactuar con autoridades”, aclaró.
En ese sentido, señaló que Reynosa se posicionó como la ciudad con mayor percepción de inseguridad en el segundo trimestre de 2025, “sugiriendo” Beltrán Sarabia que hechos recientes, como el asesinato de un funcionario federal y el caso de los músicos, podrían haber influido en este aumento.
En contraste, la zona conurbada de Tampico se mantiene como la más baja en percepción de inseguridad, con un 31.5 por ciento.
“Esta cifra ha permanecido estable durante los últimos tres trimestres, lo que indica una tendencia sostenida. Ciudad Victoria, por su parte, muestra una ligera mejoría. Aunque la variación entre el primer y segundo trimestre no es estadísticamente significativa, sí se observa una disminución constante en los últimos tres periodos”.
Haciendo una analogía, dijo el coordinador del INEGI, el papel del Instituto es similar al de un laboratorio clínico: ellos realizan el estudio con rigor técnico, pero la interpretación y aplicación de los resultados corresponde a las autoridades estatales.